El dinamismo del comercio exterior requiere adaptación constante y visión estratégica. En esta entrevista con Hernán Santibáñez Ruiz, Agente de Aduana de Oficina Santibáñez, profundizamos en los motivos que impulsaron el traslado de la sede de la empresa desde Valparaíso a Viña del Mar. Entre la necesidad de optimizar procesos y la búsqueda de un entorno más seguro y acogedor, exploraremos cómo este cambio ha redefinido no solo la dinámica interna de la empresa, sino también su impacto en la comunidad local y su posición y oportunidades en el contexto del comercio exterior de Chile.
El dinamismo del comercio exterior requiere adaptación constante y visión estratégica. En esta entrevista con Hernán Santibáñez Ruiz, Agente de Aduana de Oficina Santibáñez de Aduana, profundizamos en los motivos que impulsaron el traslado de la sede de la empresa desde Valparaíso a Viña del Mar. Entre la necesidad de optimizar procesos y la búsqueda de un entorno más seguro y acogedor, exploraremos cómo este cambio ha redefinido no solo la dinámica interna de la empresa, sino también su impacto en la comunidad local y su posición y oportunidades en el contexto del comercio exterior de Chile.
¿Cuál fue el motivo principal detrás del traslado de la sede de Santibáñez Oficina Aduanera a Viña del Mar?
En los últimos 15 o 20 años, hemos experimentado un crecimiento sostenido que nos llevó a abrir oficinas adicionales en Valparaíso porque ya no cabíamos todos en la oficina original. Necesitábamos una oficina donde todo el personal estuviera junto, para aprovechar las economías de escala y mejorar nuestros procesos. Además, la dispersión física afectaba el espíritu de equipo.
Nunca pensamos en irnos de Valparaíso, pero los riesgos estaban afectando a nuestros colaboradores. Evaluamos varias alternativas, incluyendo la posibilidad de instalarnos en una casa, pero decidimos que debía ser un edificio de oficinas. Encontramos más opciones en Viña del Mar.
Antes de la pandemia, ya considerábamos la posibilidad de trasladarnos. Durante la pandemia, Pedro, mi primo, y yo tomamos medidas para asegurar la continuidad del negocio en caso de que alguno de nosotros enfermara de COVID-19. Me trasladé a Viña del Mar con el jefe de Administración y Finanzas, mientras Pedro permaneció en Valparaíso con el resto del equipo. Esta experiencia nos hizo darnos cuenta de las ventajas de Viña del Mar: era más seguro y accesible, y sin las complicaciones de desplazamiento que enfrentábamos en Valparaíso.
Tras la pandemia, regresamos a Valparaíso, pero el crecimiento continuo y las condiciones de la ciudad, nos obligaron a buscar un nuevo espacio. Decidimos trasladarnos definitivamente a Viña del Mar, al edificio Reitz III, priorizando el bienestar del equipo.
Este nuevo polo Económico de Viña del Mar ofrece mejores condiciones: unidades con aire acondicionado, estacionamiento y una estación de tren cercana, lo cual facilita el acceso sin problemas de tráfico.
¿Cómo se ha tomado el equipo de la Agencia este cambio?
Al principio hubo momentos de incertidumbre como es natural ante cualquier cambio, por ejemplo sobre la oferta de servicios de alimentación. Pero nos hemos adaptado bien a las alternativas disponibles en nuestra nueva ubicación en Viña del Mar. Además, para brindar un mayor apoyo, hemos asumido parte de la responsabilidad en la organización de los almuerzos. En cuanto al transporte, el traslado a una ubicación más céntrica en Viña del Mar ha simplificado los desplazamientos de nuestros colaboradores. Con la disponibilidad del tren, el tiempo de viaje se ha reducido significativamente para muchos, lo que ha sido bien recibido por todos. En resumen, la mayoría de los colaboradores están satisfechos con los cambios y han experimentado mejoras en términos de comodidad y eficiencia en sus desplazamientos diarios.
Muy pronto sentimos un gran apoyo y realmente percibimos que todos deseaban esta evolución.
Nuestra historia comenzó en la Plaza Echaurren en Valparaíso, un lugar que hoy en día es completamente diferente e inseguro. Y para nosotros es importante compartir esta historia con quienes llegan a Santibáñez, para que la hagan propia y conozcan de dónde venimos, cómo hemos llegado hasta aquí y dónde estamos ahora. El cambio ha sido significativo, con una logística y una inversión considerable.
¿Cómo ha impactado el cambio de sede en la comunidad local y en el entorno empresarial de Viña del Mar?
Nuestro traslado de sede ha tenido un impacto notable en la comunidad local y en el entorno empresarial de Viña del Mar. Desde nuestra llegada, hemos establecido una sólida comunicación con diversos actores locales. Además, nuestra llegada coincide con la llegada de otras empresas a la zona, lo que ha generado un ambiente de dinamismo y crecimiento empresarial. La verdad es que la comunidad empresarial de Viña del Mar está experimentando una verdadera revolución. Nuestra empresa, con un gran número de colaboradores que frecuentan las instalaciones comunes, ha contribuido significativamente a esta transformación. Es evidente que nuestro impacto en el entorno ha sido considerable, ya que llegamos a ocupar todo el piso 12 del edificio y hemos visto cómo otros edificios también se llenan rápidamente con el arribo de nuevas empresas.
Y para la proyección del comercio exterior. ¿El cambio de ciudad qué significa?
El desarrollo de los países se mide por la infraestructura que poseen: puentes, aeropuertos, puertos y carreteras. En la medida en que estas crecen, también lo hace el desarrollo del país. Al estar ubicados en el eje de varias carreteras, podemos dirigirnos rápidamente a cualquier parte, ya sea a depósitos, reuniones en Santiago o cualquier otro lugar, lo que facilita nuestras operaciones, aunque las reuniones remotas ya ayudaban mucho.
Antes del cambio, teníamos una capacidad ociosa significativa debido a la dispersión de nuestras oficinas. Ahora, al estar juntos, esto cambiará, y veremos mejores índices de eficiencia porque se eliminarán procesos duplicados. Además, nos hemos modernizado tecnológicamente, eliminando el uso de papeles en favor de despachos electrónicos, lo que representa un salto cuantitativo en términos de desarrollo.
Desde un punto de vista logístico, estamos mejor preparados para movilizarnos a cualquier lugar. También lograremos economías de escala en algunos procesos repetitivos y podremos estar más atentos al servicio que ofrecemos, buscando siempre oportunidades de mejora.
¿Cuáles son las expectativas de la Agencia Santibáñez en esta nueva ubicación y cómo se proyecta en el contexto del comercio exterior?
Nuestra principal expectativa es que nuestro equipo se sienta cómodo y satisfecho con la nueva oficina y las instalaciones, así como con los nuevos servicios disponibles. En la Agencia tenemos un alto compromiso con la calidad de vida de los colaboradores, que también impacta en la satisfacción de los clientes.
Además, en el contexto del comercio exterior, esta nueva ubicación nos permitirá adaptarnos mejor a las crecientes demandas del mercado y a las nuevas dinámicas del comercio internacional. La modernización y centralización de nuestras operaciones en un lugar más seguro y accesible como Viña del Mar nos proporcionará las herramientas necesarias para seguir creciendo y ofreciendo servicios de alta calidad.
Esperamos que esta nueva etapa nos ayude a fortalecer nuestras relaciones comerciales y a continuar siendo un actor clave en el comercio exterior de Chile. Con mejores condiciones laborales y un entorno más favorable, estamos confiados en que podremos enfrentar los desafíos futuros y aprovechar las oportunidades que se presenten en el ámbito aduanero y del comercio internacional.
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